¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Sal. 36.7
1- 2 Cr. 19.3
2- 2 S. 23.3-4
3- Ap. 1.16b
Precioso Salvador,
de los orbes tú el Señor,
Hijo del Padre celestial;
por siempre te amaré,
por siempre te honraré,
eres de dicha manantial.
Los prados bellos son,
el ave y su canción
en la mañana primaveral;
pero más bello aún
y puro es mi Jesús,
pues brinda goces al mortal.
Bella es la luz del sol
en el nítido arrebol,
y de la luna y astros mil;
pero mi buen Jesús
es más brillante luz
que el mundo puede recibir.
Amén.
LETRA: Trad. Eleazar Z. Pérez
MÚSICA: Canción silesiana conocida como Himno de los cruzados