Con amor eterno te he amado. Jer. 31.1
1- Gn. 3.15
2- Jn. 21.25
3- Ap 11.15
C- Sal. 103.17
¡Oh, amor de Dios! Su inmensidad
el hombre no podría contar,
ni comprende la gran verdad,
que Dios al hombre pudo amar;
cuando el pecar entró al hogar
de Adán y Eva en Edén,
Dios les sacó, mas prometió
un Salvador también.
¡Oh amor de Dios! brotando está,
inmensurable, eternal.
Por las edades durará,
inagotable raudal.
Si fuera tinta todo el mar,
y todo el cielo un gran papel,
y cada hombre un escritor,
y cada hoja un pincel,
nunca podrían describir
el gran amor de Dios
que al hombre pudo redimir
de su pecado atroz.
Y cuando el tiempo pasará
con cada reino mundanal,
y cada reino caerá
con cada trama y plan carnal,
el gran amor del Redentor
por siempre durará;
la gran canción de salvación
su pueblo cantará.
LETRA Y MÚSICA: Frederick M. Lehman, 1917