Éste es mi Hijo amado; a él oíd. Lc. 9.35
1- Mt. 11.28
2- Ap. 22.17
3- Is. 45.22
Oí la voz del Salvador
decir con tierno amor:
“¡Oh, ven a mí, no temas más,
cargado pecador!”
Tal como fui, a mi Jesús
cansado yo acudí,
y luego, dulce alivio y paz
por fe de él recibí.
Oí la voz del Salvador
decir: “Venid, bebed;
yo soy la fuente de salud
que apaga toda sed”.
Con sed de Dios, del vivo Dios,
buscando a Emanuel,
lo hallé; mi sed él apagó,
y ahora vivo en él.
Oí su dulce voz decir:
“Del mundo soy la luz;
miradme a mí y salvos sed,
hay vida por mi cruz”.
Mirando a Cristo, luego en él
mi norte y sol hallé;
y en esa luz de vida, yo
feliz siempre andaré.
LETRA: Horacio Bonar
MÚSICA: J. B. Dykes