Nombre_himno

0

0. Nombre_himno

Cambia la tempestad en sosiego. Sal. 107.29

1- Lc. 8.23
2- Mc. 4.38
3- 1 S. 12.22
C- Mc. 4.39

1.

¡Maestro, se encrespan las aguas
y ruge la tempestad!
¡Los grandes abismos del cielo
se cubren de obscuridad!
¿No ves que aquí perecemos?
¿Puedes dormir así,
cuando el mar agitado nos abre
profundo sepulcro aquí?

Coro

Los vientos, las ondas
oirán tu voz:
“¡Sea la paz!”
Calmas las iras del negro mar,
las luchas del alma
las haces cesar,
y así, la barquilla
do va el Señor,
hundirse no puede
en el mar traidor.
Doquier se cumple tu voluntad:
“¡Sea la paz!” “¡Sea la paz!”
Tu voz resuena en la
inmensidad:
“¡Sea la paz!”

2.

Maestro, mi ser angustiado
te busca con ansiedad;
de mi alma en los antros profundos,
se libra cruel tempestad;
pasa el pecado a torrentes
sobre mi frágil ser,
¡y perezco, perezco, Maestro!
¡Oh, quiéreme socorrer!

3.

Maestro, pasó la tormenta,
los vientos no rugen ya,
y sobre el cristal de las aguas
el sol resplandecerá;
Maestro, prolonga esta calma,
no me abandones más,
cruzaré los abismos contigo,
gozando bendita paz.

Autor

LETRA: Mary A. Baker, trad. Vicente Mendoza
MÚSICA: H. R. Palmer