Partiendo el pan, comían juntos con alegría y sencillez de corazón. Hch. 2.46
1- Is. 25.6
2- Mt. 26.27
3- Is. 53.5
4- Sal. 116.4-5
Hoy venimos, como hermanos,
a la cena del Señor;
vengan todos los cristianos,
respirando tierno amor.
En memoria de su muerte
y la sangre que vertió,
celebremos el banquete
que, en su amor, nos ordenó.
Recordando las angustias
que sufriera el Redentor,
dividida está nuestra alma
entre el gozo y el dolor.
Invoquemos la presencia
del divino Redentor,
que nos mire con clemencia
y nos llene de su amor.
LETRA: M. N. Hutchinson
MÚSICA: Isaac B. Woodbury