Como el ciervo brama por las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Sal. 42.1
Como el ciervo
busca por las aguas,
así clama mi alma por ti, Señor;
día y noche yo tengo sed de ti
y sólo a ti buscaré;
lléname, lléname, Señor,
dame más, más de tu amor;
yo tengo sed sólo de ti,
lléname, Señor.
LETRA Y MÚSICA: Juan Salinas, arr. Obed Valencia L.