No fiéis en palabras de mentira: templo de Jehová es éste. Jer. 7.4
1- Dt. 12.5
2- 1 Co. 14.25
3- Am. 5.21-23
4- 2 Cr. 5.13
Señor, ¿qué es nuestro templo
si tú no estás presente?
¿Qué tienen sus paredes,
sus bancos o su altar?
¿Qué el coro melodioso
o el órgano potente,
si acaso tu presencia
no habita en el lugar?
¿Qué valen nuestras voces
unidas en un canto?
¿Palabras o silencios,
discursos u oración,
si tu hálito divino
no cubre, como un manto,
el íntimo aposento
de cada corazón?
¿Qué valen ceremonias,
qué credos, simbolismos,
los salmos de alabanza,
la bíblica porción,
si en medio de tus hijos
hay un profundo abismo
que priva a nuestras almas
de franca comunión?
Señor, llena este templo
con tu presencia pura;
que en el silencio grato
de tu feliz mansión,
unidos como hermanos,
se eleven a la altura
las fervorosas notas
de nuestra adoración. Amén.
LETRA: Federico J. Pagura
MÚSICA: A. Delbert Asay, 1959