Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. 1 P. 2.21
1- Hch. 11.23
2- Lc. 24.32
3- Ef. 6.6
C- Ro. 5.4
Cristo, fiel te quiero ser,
dame el poder, dame el poder;
yo contigo quiero andar,
sin vacilar, sin vacilar.
En tus pasos quiero seguir,
cerca de ti, cerca de ti;
y si encuentro pruebas aquí,
dame confianza en ti.
Dame ardiente corazón
lleno de amor, lleno de amor;
y tu Espíritu, Señor,
como guiador, como guiador.
Cada día quiero cumplir
tu voluntad, tu voluntad;
y servirte a ti, Señor,
en humildad, en humildad.
LETRA Y MÚSICA: J. O. Hillyer, 1936, es traducción