Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican. Sal. 127.1
1- Miq. 4.4
2- Is. 51.3
3- Lc. 19.9
4- Sal. 84.1
Feliz hogar donde el amor
inunda todo en dulce paz,
se goza allí grato solaz
bajo su techo abrigador;
mas tal hogar, del cielo es
trasunto fiel para el mortal,
y se hallará si al buen Jesús
se rinde el alma ante sus pies.
Feliz hogar donde Jesús
preside en el lugar de honor,
pues su presencia es clara luz
que impide sombra de terror;
no habrá más duelo ni aflicción,
sólo virtud y amor al bien,
y así el hogar será un Edén
si Cristo es Rey del corazón.
Ven a mi hogar, Señor Jesús,
y reine allí tu tierno amor;
en mis temores sé valor
y en mis tinieblas sé la luz;
y cuando, de la tentación,
azote fiero el huracán,
que mi alma encuentre con afán
en ti, mi Dios, su salvación.
Feliz hogar do vivo yo
con mi Jesús en comunión,
así mi angustia y mi aflicción,
por su poder, ya terminó;
y aunque las pruebas sin cesar
a mis umbrales estarán,
de mi mansión no lograrán,
la fe en Jesús, jamás quitar.
LETRA Y MÚSICA: Maurilio Olivera