Yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Is. 43.1
1- Zac. 6.11
2- Jn. 21.15
3- Ap. 11.18
4- Ap. 5.9
C- Ex. 19.5
Jesucristo ha venido
a buscarse joyas;
todo niño redimido
su joyel será.
Como estrellas que brillan
son los niños que le aman,
los tesoros que adornan
al Rey y Señor.
Él escoge, por tesoros,
los niños amantes,
y en su seno los corderos
recibe Jesús.
Los niñitos y niñitas
que acuden a Cristo
son las joyas escogidas,
preciosas para él.
Es su sangre derramada
que las joyas compra;
ningún alma no lavada
su reino verá.
LETRA: William O. Cushing
MÚSICA: George F. Root