Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba. Jn. 7.37
1- Jer. 29.13
2- Lc. 15.15
3- Lc. 5.31
4- Lc. 15.5
C- Is. 1.18
Pecador, ven al dulce Jesús,
y feliz para siempre serás,
que si tú le quisieres tener
al divino Señor hallarás.
Ven a él, ven a él,
que te espera
tu buen Salvador;
ven a él, ven a él,
que te espera
tu buen Salvador.
Si cual hijo que necio pecó,
vas buscando a sus pies compasión,
tierno padre en Jesús hallarás,
y tendrás en sus brazos perdón.
Si enfermo te sientes morir,
él será tu doctor celestial;
y hallarás en su sangre también,
medicina que cure tu mal.
Ovejuela que huyó del redil,
¡he aquí tu benigno Señor!
y en los hombros llevada serás
de tan dulce y amante Pastor.
LETRA: Pedro Castro
MÚSICA: Joseph P. Webster