Vuélvete a mí, porque yo te redimí. Is. 44.22
1- Ap. 3.20
2- Mc. 8.18
3- 1 Co. 7.29
4- Os. 11:1
C- Dt. 12.10
Cuán tiernamente Jesús
hoy nos llama,
con insistente bondad,
toca a las puertas
del alma y espera
con amorosa ansiedad.
“Venid a mí, venid,
los que cansados estéis”.
Dulce descanso Jesús nos ofrece,
hoy aceptarlo debéis.
¿Cómo podemos oír
que nos llama
y no atender a su voz?
¿Cómo escuchar
que nos llama a seguirlo
y nunca de él ir en pos?
Rápido el tiempo
oportuno se pasa
para servir al Señor,
y a nuestra puerta
llamando la muerte
vamos a ver con pavor.
Nunca olvidéis
que su amor admirable,
él sin medida nos da.
Y aunque pecamos
y somos ingratos,
siempre llamando él está.
LETRA Y MÚSICA: Will L. Thompson, trad. Pedro Castro