Siguió a Jehová y no se apartó de él. 2 R. 18.6
1- Lc. 9.57
2- Sal. 51.10, 13
3- Lc. 24.49
Te seguiré, Maestro,
haré tu voluntad.
A los cansados y tristes
anunciaré tu verdad,
les diré que te reciban
y vida eterna tendrán,
y que te sigan doquiera,
haciendo tu voluntad.
Divino nazareno,
lléname de bondad,
dame un espíritu recto,
libre de toda maldad.
Haz que, al mundo perdido,
diga que Cristo Jesús
vino a buscar y a salvarles
muriendo en dura cruz.
Dame poder de lo alto,
dame tu santa unción;
espíritu, alma y cuerpo
te entrego con devoción.
Cual Isaías te clamo:
“Santo Señor, heme aquí”,
pues en el fondo de mi alma
tu tierna llamada oí.
LETRA Y MÚSICA: Juan M. Isáis