¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? Lc. 18.7
1- Sal. 27.7
2- Sal. 27.8
3- Sal. 27.9
4- Sal. 27.14
C- Sal. 27.10
Señor, escucha tú mi voz,
mi ruego atiende ya;
por tu merced a mi oración,
Señor, respuesta da.
Oh Cristo, no me dejes, no;
desamparado voy;
en brazos de mi Salvador
en paz, seguro estoy.
Dijiste: “Busca tú mi faz”,
y mi alma respondió:
“tu faz, Señor, yo buscaré”,
y tu luz gloriosa halló.
No escondas ya tu faz de mí,
retira tu furor,
mi ayuda siempre has sido tú
en todo mi dolor.
¡Oh corazón, alienta ya!
Espera a tu Señor.
Valor y fe en Cristo ten,
desecha tu temor.
LETRA: Juan N. de los Santos
MÚSICA: J. B. Burley, arr. M. V. Zimmerman