Pelea la buena batalla de la fe. 1 Ti. 6.12
1- Lc. 24.32
2- Jos. 24.24-25
3- Os. 14.7
4- Jn. 17.21
¡Ardan nuestros corazones
adorando al Salvador!
Y en amor ferviente unidos,
¡busquen paz en el Señor!
De su cuerpo somos miembros,
de su luz, reflejo fiel:
entre hermanos es Maestro,
suyos somos, nuestro es él.
¡Renovad el santo pacto,
y acercaos al Señor!
¡Prometed a quien os salva
fe, lealtad y puro amor!
Y si un día vacilara
vuestra parte en esa unión,
a Jesús clamad, of fieles,
por firmeza y por fervor.
Oh, amor, tú has ordenado
que arda nuestro corazón;
vivifica nuestras almas,
líbralas de confusión.
¡Prende tú la llama viva
del amor que así unirá
a los hijos que ha engendrado,
nuestro Padre celestial!
La unidad de Dios y el Hijo
sea nuestra unión aquí,
nadie pueda separado
de esta comunión vivir.
Y seamos en la tierra,
de Jesús el resplandor,
los testigos ante el mundo
del eterno Salvador. Amén.
LETRA: Nicolaus L. von Zinzendorf, 1725, trad. ingl. Frederick W. Foster, 1789. trad. cast. J. A. Soggin