Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Lc. 4.8
1- Sal. 42.1
2- Sal. 42.2
3- Sal. 42.4
C- Sal. 42.5
Como el ciervo clama por las aguas,
mi alma clama por ti;
sólo tú eres mi deseo
y sólo a ti adoraré.
Sólo tú eres mi protección,
sólo ante ti me postraré,
sólo tú eres mi deseo
y sólo a ti adoraré.
Más que el oro y plata
es mi deseo por ti;
sólo tú eres el dador del gozo,
sólo tú llenas mi ser.
Mi amigo y hermano eres
aunque eres el gran Rey,
te amo más que todo,
más que cualquier posesión.
LETRA Y MÚSICA: Martin Nystrom